Nacida en un pintoresco pueblo enclavado en los encantadores paisajes de Girona, en España, siempre me ha cautivado el encanto de viajar. Mientras exploraba innumerables destinos, mi corazón encontró su verdadera esencia en Kenia.

Durante mis años en España, trabajé en varios puestos financieros en una consultoría tecnológica. Sin embargo, con el paso del tiempo, un insaciable espíritu de aventura despertó dentro de mí. Me encontré trabajando incansablemente durante once meses, anticipando ansiosamente ese preciado mes reservado para mis exploraciones hasta que me di cuenta de que mi enfoque estaba mal. No se trataba de trabajar once meses para saborear una huida fugaz; más bien, anhelaba once meses de experiencias, volviendo a casa sólo cuando era necesario.

Fue en este momento crucial que el destino jugó su papel después de mi viaje a Kenia, supongo respondiendo a la famosa «llamada de África».

Kenia; un país que me reveló sus impresionantes paisajes, su gente vibrante y, sobre todo, las emociones abrumadoras que surgieron dentro de mí durante esos impresionantes días de safari en sus parques nacionales. Fue en la magia de Maasai Mara donde encontré la conexión más especial, un lugar que se ha grabado para siempre en mi corazón. Sus amplias llanuras, árboles centenarios y acacias, rincones escondidos, terrenos rocosos, puestas de sol, colores vivos y, por supuesto, la magnífica fauna.

Morris es nacido en Kenia y pertenece a la tribu Kamba. Sus raíces se remontan a los vibrantes paisajes que rodean el magnífico Bosque de Mau. Desde muy joven, Morris forjó un vínculo inquebrantable con Masai Mara, atravesando sus diversos terrenos y sumergiéndose en sus maravillas conduciendo diferentes coches y viviendo muchas aventuras a lo largo de varios años. Fue su inquebrantable fascinación por los vehículos lo que le llevó a convertirse en uno de los mecánicos en zonas remotas más hábiles que jamás hayas conocido. Morris es, sin duda, un apasionado de los vehículos Land Rover, con una sed insaciable de exploración.

Mientras que la mente de Morris rebosa incesantemente de ideas, su mente ha evolucionado de la mecánica a descubrir otros horizontes, llegando a transformar humildes piezas de madera local en muebles exquisitos y únicos. Todo lo que se puede hacer a mano se convierte en un nuevo desafío para Morris.

Solo hay una cosa que Morris evita resueltamente: ¡el papeleo y las ordenadores!

En 2019, después de varios años juntos y varios años ya casados, nos embarcamos en un nuevo desafío: un proyecto que no solo conservaría un corredor de elefantes alrededor de Maasai Mara, sino que también se convertiría en la encarnación de nuestros sueños. Enkopiro, un pequeño campamento ecosostenible, surgió como la pieza central de nuestro amor por los safaris. Hoy, es más que un proyecto profesional; es el proyecto de nuestra vida, un testimonio de nuestro compromiso inquebrantable.

Ambos nos sentimos como en casa en esta tierra, y con el proyecto Enkopiro, surgió el proyecto más importante en nuestras vidas: nuestro hijo, Ian, que nació en marzo de 2020 en medio de la construcción del campamento, unos días antes de la pandemia covid y desafiando todos los retos.

Con menos de tres meses, Ian pisó Enkopiro por primera vez. Es, sin duda, el pequeño «guerrero» más increíble, conocido aquí con el nombre de «Reteti», el nombre con el que los ancianos masai le bautizaron; él es nuestra energía, nuestra alegría y el verdadero corazón de Enkopiro.